Los poemas que componen este libro suenan, por eso son sonetos: sonetto de su origen formal en Italia, sonus del latín. Les marca el ritmo un corazón “demasiado triste para amarte” y les canta una “voz iluminada” por una mirada que, a pesar del dolor del tedio vital que le hace sombra a la voz lírica, nos recuerda que “porque nos mira Dios, estamos vivos”. Así, entre contemplaciones y luchas del ser vamos con el autor en esta suma poética, a puro soneto, a través de diez lustros, componiendo endecasílabos heroicos y sáficos que le acompañen a cruzar el dolor y la muerte, pero, sobre todo “una sola tristeza, no ser santo”. Sonetos que nos rememoran a Petrarca, a Santillana, a Garcilaso en su espíritu de la forma renacentista, pero también, y sobre todo en la fuerza de sus imágenes, a los mejores poetas hispanoamericanos, desde Darío hasta Lorca. Sonetos, suena, va en busca de una canción que trascienda el tiempo, venza a la muerte y alcance el amor, una bella peregrinación mística que solo el soneto sabe recoger porque “de lejos viene la canción...”.
–Alinaluz Santiago Torres
El recaudador
Soy el recaudador; voy exigiendo
lo que debéis a Dios: esa apañada
contribución exigua: todo o nada,
lo que ganáis y lo que vais perdiendo.
Por esto me escupís sobre la frente
la voluntad con que os exijo cuenta
del comino, la sal y la pimienta,
del agua que os da sed eternamente.
Os pido el corazón; os pido el paso
con que pisáis la luz, os pido el fuego
del sol que respiráis y que os aflige.
Os pido la certeza y el acaso;
os pido que paguéis la deuda, y, luego,
que matéis si queréis, a quien la exige.
El poeta, editor, sacerdote, profesor y crítico literario Jesús Tomé nació en 1927 en Ciudad Rodrigo, España, y reside en Puerto Rico desde 1963, país donde ha publicado gran parte de su obra poética, y ha sido una figura de gran influencia en la formación de una generación de editores y libreros. En España, fue ordenado sacerdote claretiano en 1953. Allí publicó sus primeros poemarios: Mientras amanece Dios (1955), Poetas españoles con tonsura cantan a la Navidad (1957), Hijo de esta Tierra (premio “Lírica Hispana” de Venezuela: 1958), Senda del hombre (1959) y Traigo esta tristeza (premio “Ciudad de Barcelona”: 1960). Son sus obras puertorriqueñas los títulos: Poemas para un exilio (premio “Luis Palés Matos”: 1976), La ciudad (premio “Julia de Burgos”: 1978), Antología (Ciudad Rodrigo-Salamanca: 1981), Mitos y leyendas de Puerto Rico (Ed. Huracán: 1985), Panorama histórico de la poesía en lengua castellana (Ed. Huracán: 1987), y Como el caer del agua sobre el agua (EDUPR: 1996). Entre la década de los ochenta y la primera década del siglo XXI, Jesús Tomé estuvo al margen del ministerio sacerdotal, al que se reintegró en 2004. Durante su etapa secular ejerció a tiempo completo como librero (librería La Tertulia…) y editor (Ediciones Puerto, Ediciones Huracán, Editorial de la Universidad de Puerto Rico), hasta su retiro en 2012. Su Poesía completa fue editada en 2010 por la Universidad de Puerto Rico.