En esta su segunda novela, El lenguaje del olvido de Ángel Rosa, dos personajes: Pote y Sentido, aparentan una continuidad con su novela anterior, El lugar de los misterios. Una excusa para plantear, no el desarrollo esencial de ellos, sino el destino del Ser y del Lenguaje en una correspondencia natural: sin “Lenguaje no hay Ser”, sin “Ser no hay lenguaje”. La enfermedad del Alzheimer se utiliza para extraviar al Sujeto en un cuerpo vacío que será llenado en adelante por imágenes que sustituyen al lenguaje por otra “lógica de sentido”. Aquí el sistema lingüístico se hace ordinario e insuficiente, la oración recompone otro orden y la palabra queda rota. Surge, pues, ese acomodo de signos incoherentes hacia otro pensar, donde todos cuentan una historia colectiva, saliendo de una Casa de Envejecientes: enanos que roban sueños, tartamudos, enfermeras que se disputan pacientes, sexos que balbucean, seseos que mascullan, el orín y el detergente que se encuentran, ruidos que caminan y una travesía-marcha que termina en el mar del pueblo y en la imagen.
Capítulo I
Cae el paño en la sonrisa
Llegó lento, cojo y desnivelado. Con dificultad sacó la piedra pesada de chino de río, que cargaba en el bolsillo, y la estrelló contra el espejo donde estaba el otro, como un reclamo de solidaridad y renuncia. ¡Sal! Le gritó. Y de golpe desapareció la mitad de su vida y de su historia. El instante cayó, fragmentado, dividido, destrozado, cortante en sus ficciones y conjeturas. Y el pasado, ese reflejo de filos en el espejo, esa figura cortada, estridente, quedó deteniendo el olvido.
Ángel Rosa Vélez nació en Toa Baja, Puerto Rico, en 1950. Realizó un Doctorado en Filosofía y Letras en State University of New York (SUNY). Actualmente, es catedrático en el Departamento de Español de la UPR en Río Piedras. Ha publicado: La mosca en la botella: los cuentos de Borges y Cortázar (1998), un innovador ensayo filosófico-teológico de los relatos de estos dos imprescindibles autores, Cuando el búho de Minerva levanta el vuelo (2001) donde, en un juego dialógico con la poesía y el ensayo, interpreta las obras más significativas de la narrativa hispanoamericana contemporánea; y El lugar de los misterios (2006), su primera novela, premiada por el Instituto de Literatura Puertorriqueña y el PEN de Puerto Rico.