Con este libro de prosas poéticas e historias de insomnios, Ana María Fuster Lavín se consagra como una escritora del gótico caribeño que ya habíamos degustado, en sus narraciones anteriores. Así los seres de la noche, los vampiros, los ángeles, y los espantapájaros, pululan por las calles en una ciudad llamada San Juan apalabrados por la escritura insomne de Fuster Lavín. Mucho cuidado al toparse con ellos en estas páginas deslumbrantes.”
–Daniel Torres, Ohio University
“Culpa y redención. Somos espectadores de visiones de un alma sin puertas, sin habitación, suicidio de la razón: libertad. Sexo urbanita, locura callejera y muerte obligada, que provoca. Es a través de estaciones y colores, el tiempo acechando la prisa y la claridad de la locura, que Ana María Fuster nos acerca a los recovecos de los pliegues, sopla los aromas hacia lo eterno y sacude la conciencia aburrida hasta la conversión.”
–Laura Muñoz Hermida, Madrid
EL DIARIO DE ANA
O DESPERTAR DEL INSOMNIO (Fragmento)
Entre las sombras el humo y la danza
entre las sombras lo negro y yo.
–Alejandra Pizarnik
Dicen que me suicidé. Nunca pensé que podía morir de mí misma. En realidad desperté de un largo insomnio. Me liberé de la sangre ajena y sus memorias, del infierno y la locura que me habitaban. Fueron cinco años confinada en mi mundo interior y en el de mis compañeros. Pese a lo que la mayoría piense, la terapia de grupo me angustiaba. Detestaba salir con ellos. Era como pasear sin destino junto a sus sombras.
–Mi mamá encontró las pastillas para mantenerme despierta. Me las echó por el inodoro y me sermoneó un mes. Tuve que recurrir a pellizcarme o darme pequeños cortes con una cuchilla. El día que vio las cicatrices en mis muslos y brazos decidió internarme aquí. Le dije que era para sentir algo, para no dormir. El doctor dijo que, entre otras condiciones, sufro de narcolepsia.
--Soledad, así estamos todos. Lo resuelven todo con sus términos científicos. Mi padre me golpeó un día que me vio llorando y le confesé que amaba al papá de mi mejor amigo. Me dio tan y tan fuerte, me gritaba pato y enfermo. Esa noche me corté las venas.
Ana María Fuster Lavín nació en San Juan, Puerto Rico, en 1967. Es narradora, poeta, corresponsal de prensa cultural, además de columnista en distintos ciberperiódicos. Sus textos han sido publicados en prensa, revistas y antologías nacionales e internacionales. Así como traducidos al inglés, portugués e italiano. Entre sus libros publicados se destacan: Verdades caprichosas (2002, cuentos, premiado por el Instituto de Literatura Puertorriqueña); Réquiem (2005, novela cuentada, premiada por el PEN Club de PR); El libro de las sombras (2006, poemario, premiado por el Instituto de Literatura Puertorriqueña); Leyendas de misterio (2006, cuentos infantiles); Bocetos de una ciudad silente (2007, cuentos); El cuerpo del delito (2009, poemario); El Eróscopo: daños colaterales de la poesía (2010, poemario), y Tras la sombra de la Luna (2011, poesía). Trabaja en un nuevo poemario y dos novelas. Su blog es bocetosdeselene.blogspot.com